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Aireación artificial

Siempre que el ecosistema demande más oxígeno del que el intercambio superficial pueda aportar, necesitaremos aportar oxígeno por medios externos o artificiales. Resulta útil saber que la cantidad de aire que puede contenerse en el medio líquido es muy baja. En una unidad de volumen de agua, apenas puede contenerse el cinco por ciento del oxígeno que puede contener una unidad de volumen de aire. Sepa también que el régimen de difusión de oxígeno en el agua, es varias miles de veces menor que en el aire.


Cómo funciona el aireador

El uso del aireador suele ser malinterpretado, ya que sus burbujas casi no aportan oxígeno al agua directamente, sino que lo hacen de manera indirecta. A continuación explicaremos el proceso de oxigenación del agua mediante el uso del aireador.


El agua en movimiento (en la superficie) absorbe más oxígeno de la atmósfera.
Las burbujas causan ondulaciones en la superficie, esto aumenta el área de contacto entre el agua y el aire. Las burbujas deberán ser pequeñas y las ondulaciones en superficie moderadas. La agitación moderada del agua favorece la fotosíntesis.
La corriente generada por el aireador en el acuario distribuye el oxígeno de manera uniforme, especialmente al fondo, donde se encuentran las bacterias.
El polvillo del aire que se asienta en la superficie forma una capa delgada que frena la absorción de oxígeno, el movimiento del agua rompe esa película.
El anhídrido carbónico se ubica en la superficie del agua, dificultando el intercambio gaseoso, por lo que el movimiento de agua es importante para el desprendimiento del anhídrido.